Conducir con mal clima, el peor enemigo al volante

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Conducir bajo condiciones meteorológicas adversas es uno de los mayores desafíos para los conductores de todos los niveles. Ya sea lluvia, nieve, niebla o hielo, cada condición presenta riesgos únicos que requieren atención especial y habilidades adaptadas.

Conducción en Lluvia Fuerte

La lluvia no solo reduce la visibilidad, sino que también incrementa el riesgo de aquaplaning, donde el vehículo pierde contacto con la carretera y desliza sobre una capa de agua. Para conducir de manera segura en la lluvia:

  • Reduce la velocidad y aumenta la distancia de seguimiento.
  • Usa los faros para mejorar la visibilidad, no solo para ti, sino también para otros conductores.
  • Evita charcos grandes que puedan ocultar baches o provocar aquaplaning.

Manejo en Nieve y Hielo

Conducir en la nieve y el hielo puede ser particularmente peligroso debido a la baja tracción. Para mantener el control del vehículo:

  • Utiliza cadenas o neumáticos de invierno si las condiciones lo requieren.
  • Mantén movimientos suaves y evita cambios bruscos de dirección.
  • Si es posible, sigue las huellas de otros vehículos para conducir sobre una superficie más compacta.
  • Lleva siempre un kit de emergencia en el vehículo, incluyendo una pala, sal o arena, y mantas.

Enfrentando la Niebla

La niebla densa puede reducir drásticamente la visibilidad y hacer que sea extremadamente difícil juzgar las distancias entre vehículos.

  • Utiliza las luces antiniebla delanteras y traseras; evita las luces altas que pueden reflejarse en la niebla y disminuir aún más la visibilidad.
  • Reduce la velocidad y mantén suficiente distancia con el vehículo que tienes delante.
  • Presta atención a las señales de tráfico y las luces de los otros vehículos para orientarte.

Estrategias Generales para Todas las Condiciones Adversas

Independientemente del tipo de mal tiempo, hay algunas estrategias comunes que siempre deben aplicarse:

  • Permanece atento y minimiza las distracciones. Apaga el teléfono y evita cualquier actividad que pueda desviar tu atención de la carretera.
  • Ajusta tus planes de viaje cuando el tiempo sea extremadamente malo. Si no es necesario salir, considera posponer tu viaje hasta que mejoren las condiciones.
  • Mantén tu vehículo en buen estado. Verifica regularmente los frenos, neumáticos, luces y limpiaparabrisas.

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